Hoy día nos quejamos de muchas cosas, no tengo suerte en nada, todo me sale mal, nadie me escucha, nadie me entiende, etc...
Las quejas podrían llegar a ser incontables, no digo que este mal quejarse, solo digo que nos quejamos demasiado y hacemos poco a para solucionar esos problemas.
Cada día que pasa me voy dando cuenta de muchas cosas, pero hay una que es la que va marcando mi ritmo actual, y es el tiempo.
El tiempo que pierdo haciendo algunas cosas o diciendo otras tantas cuando podría estar mejorando algunas de ellas.
Cuando me pongo a pensar esto, no puedo parar de sentirme incomoda, esa incomodidad que se puede apropiar de una persona de tal manera que la lleva un estado de asfixia psicológica que puede provocarnos grandes daños.
He aprendido de distintos referentes como hacer frente a los problemas, y aunque vaya poco a poco, al final mi meta es perder el menor tiempo de mi vida.
Todo lo que he aprendido es muy útil.
Me ha ayudado cuando lo he visto todo perdido, pero sigo pensando que debo aprovechar mis horas, minutos y segundos, de la manera en la que yo consiga estar en armonía con lo que me rodea.
Como de costumbre añado esto a mis desvaríos.
Pero solo por un momento reflexionemos, nadie nos enseña a vivir, eso depende de nosotros mismos, lo que nos enseñan es a soportar la vida de una manera, luego nos toca a nosotros vivirla.
Así pues finalizo mi parrafada de hoy pidiendo reflexión, voluntad y fuerzas, porque al contrario de otras muchas cosas, creo que son tres pilares importantes a tener en cuenta.
Ana.
0 comentarios:
Publicar un comentario