He descubierto que las personas podemos morir de tristeza, sufrimos y poco a poco desaparecemos.
Entonces es cuando nos convertimos en un cascaron vacío por que todo lo que éramos fue muriendo por el dolor...
No se expresa con lágrimas, no se muestra con una cara larga, no se alivia con gritar. 
Es lento, doloroso, asfixiante...
En ocasiones piensas que se pudo evitar, y es cierto, se puede evitar, pero esta vez se hizo tarde.
Aunque no esté aquí, aun queda perseguir recuerdos y así imitar aquella felicidad que puede llegar a pintar una bonita sonrisa en la cara.