No huiré más.
Me mostraste lo que debía hacer, tenía miedo, y aunque lo superé en varias ocasiones, éste siempre permanece ahí. Simplemente se esconde hasta la próxima vez que le toque aparecer.
No importa las veces que aparezca, me enseñaste lo que sigifica tener fé en algo y si tú no puedes mantenerla yo la guardaré para ti hasta que te sientas preparada de nuevo.
Por eso estaré aquí, esperando, no eternamente, porque no puedo hacer promesas que no sé si cumpliré pero si que esperaré por lo menos hasta que puedas darme una respuesta.
Dejemos el infierno para los merecedores de él, pero no para nosotros. Vivir la vida, sentirla, hacerla realidad... No dejaré que huyas porque sea menos doloroso, no dejaré que te escondas y que te encierres en esa oscuridad porque ese no es el camino, no lo es.
Afrontar, resistir, sonreír... vivir.
No es fácil, pero ¿quién dijo que lo era?
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