¿Has escuchado alguna vez el sonido que hace una hoja al caer del árbol?
Si, yo tampoco había estado atenta nunca, hasta ahora.
Una noche soñé que alguien lo hacía y parecía feliz, entonces pensé ¿qué será lo que causa su sonrisa?
Entonces marché al parque y me senté bajo la sombra de un árbol. No sabía exactamente lo que buscaba, no sabía lo que tenía que hacer.
Así que esperé.
Comenzó a soplar una agradable brisa, me fijé en el movimiento de las hojas.
Parecían felices, ya que su movimiento era como el de una danza. Se entrelazaban y el sol las iluminaba con gracia. Jamás había visto nada igual.
Las hojas comenzaron a caer, y durante un breve instante, se puede escuchar un sonido, no dura mucho y no es algo que se escuché si no se está atento.
Ese sonido terminó de formar mi sonrisa, era como la risa de un bebé.
No puedo explicar con claridad porque esa serie de fenómenos me regalaron esa felicidad.
Cada vez que estaba triste, iba allí.
Un día me dio por pensar el motivo de todo esto. Y encontré esta maravilla gracias a la persona que sonreía en un sueño.
Me había convertido en un reflejo de la felicidad de alguien, pero, ¿de quién?
Nunca lo he descubierto, no se si estará viva o siquiera si existe, pero hoy día puedo sonreír gracias a su felicidad.
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