Escondo mi rostro y me pongo a pensar que...
Quisiera ser más fuerte para soportar el peso de la agonía.
Quisiera ser más inocente para no saber que algo malo puede ocurrir.
Quisiera ser más valiente para no esconderme ante el peligro.
Quisiera hablar con la voz tranquila para transmitir seguridad.
Quisiera mirar mirar a los ojos fijamente mientras hablamos.
Quisiera deshacer el nudo de mi garganta y retener mis lágrimas.
Quisiera encontrarme con el miedo y poder decirle que no es bienvenido.