Estaba mirando las nubes y por casualidad comencé a recordar tus ojos. Esos ojos azules que al despedirse estaban desbordados de lágrimas. Por una vez quise tener pensamientos positivos y le hice una promesa "volveremos a vernos, así que no malgaste lágrimas, guárdalas para cuando vuelva y no las puedas contener de felicidad" tras eso la besé y partí.
Solo puedo escuchar su voz, su risa, su respiración...
Me duele el pecho cualquiera diría que es por las heridas, pero mi dolor no es físico, mi corazón no quiere parar, mi mente no quiere olvidar, mis labios quieren volver a sentirte.
Todo se nubla, quiero resistir, no puedo quedarme esperando a que la muerte venga a por mi, tengo que verla, tengo que resistir... pero no me quedan fuerzas.
Escucho pasos, ¿vienen a por mi? tengo que huir, mi cuerpo no responde...
¿Aún escucho su voz? Supongo que he llegado al cielo...
- No me dejes, no me dejes!
No entiendo nada, aún estoy con vida, no puede ser... mis ojos... entonces... porque me engañan...mis oidos... ¿todo mi ser está contra mi?
- ¡Despierta! ¡Mírame!
- ¿Realmente estas aquí? Estoy cansado... esto es un sueño...
- No es un sueño, nos vamos a casa...
- Pro...me...sa...
La sensación de sus labios junto a los mios...
- Todo está bien, estamos juntos de nuevo, marcha en paz. Te quiero, no lo olvides.
- No es una despedida, solo un hasta la próxima...
Todo está oscuro, pero no tengo miedo, tus ojos me guían hasta la luz.
Ana.