Estaba escuchando música, con los ojos cerrados y acurrucada. Tenia miedo.
¿Miedo? Si, miedo.
Estaba confusa acerca de como he llegado a ser como soy hoy en día. ¿Cuál había sido mi motivación? No estaba segura.
A veces me deje llevar por los sentimientos, otras por la razón.
Nadie a notado nunca mis lágrimas tras mi sonrisa, ¿esa es la idea, no? que nadie sepa... La Verdad.
Demasiado aterradora para admitirla, así que mejor reprimirla.
Demasiado surrealista para ser cierta, así que se envuelve en mentiras.
Palabra tras palabra. Expresión tras expresión.
Falso.
El dolor que he sentido.. si. Ha sido quizás esa la herramienta que he utilizado para forjarme.
No me excusaré ante nadie, porque, nadie sabrá nunca si es cierto o no.
Vivo en el mundo sin estar realmente en él. ¿Salvación? ¿Arrepentimiento? ¿Rendirse?
No puedo salvarme porque mi mundo está perdido en la nada.
No puedo arrepentirme porque todo es verdad.
No puedo rendirme porque entonces, tendré que pedir disculpas.

Ana.